Camino

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lunes, 31 de octubre de 2011

Orar con el cuerpo y recibir el cuerpo(I) -Mariola López Villanueva-

El cuerpo es nuestro compañero más cercano e íntimo, nacemos envueltos en él y sólo al emprender el viaje definitivo, el viaje de todos, nos desprenderemos de él. Cada experiencia de nuestra vida quedará grabada en su memoria, las que queremos revivir por el goce profundo que nos produjeron y aquellas que quisiéramos no volver a evocar y que, aun sanadas, él tendrá guardadas en su caja de resonancia. Llevamos todo con nosotros. Si en otros tiempos había que desentenderse del cuerpo para orar, afortunadamente ahora constatamos la necesidad y la urgencia de contar con él. El alma ya no “lucha con el cuerpo” sino que éste se convierte en su mejor fruto, en el amigo primero y principal de nuestra alma.

Este es mi cuerpo ” (Mc 14, 22), dirá Jesús, “ tomadlo ”. Necesitamos ahondar en esta realidad. Podía haber dicho “esta es mi vida, esta es mi historia, yo mismo”…pero dice: “este es mi cuerpo” y contenido en él su manera de estar en la vida y de situarse en ella, sus modos de mirar, de tocar, de estar presente. ¿Cómo vivió Jesús en su corporalidad la relación con Dios y con los otros y cómo somos invitados a vivirla nosotros?

En este ensalzamiento actual del cuerpo a todos los niveles necesitamos encontrar la “justa cercanía para relacionarnos con él, ni por exceso (la atención desmedida al cuerpo), ni por defecto (no escuchar sus necesidades) podremos establecer un vínculo sano con el propio cuerpo. Nuestras maneras de relacionarnos están configuradas por él. No hay experiencia de amor, y por eso no hay experiencia de Dios y de los otros, que no ocurra en nuestro cuerpo.

Mi madre dejó de ir a la eucaristía porque los bancos de la Iglesia del pueblo se le clavaban en la espalda y no aguantaba todo el tiempo así. Ahora que está en un momento de fragilidad física y necesita ayuda de otros, recuerdo frente a ella este texto de san Pablo: “aunque nuestra condición física se vaya deteriorando, nuestro ser interior se renueva de día en día ” (2 Cor 4, 16). Y ante ella siento que es un misterio cómo va creciendo este “ser interior” porque toda la persona es ahora su cuerpo, un cuerpo muy vulnerable, y las funciones fisiológicas más básicas se imponen y ocupan un lugar principal. Una hermana de Colombia me escribía contándome: “ estoy un poco distante de todo lo espiritual cuando tengo algo que me duele…”

No podemos orar al margen de nuestro cuerpo: de nuestra salud, de nuestro psiquismo, de nuestros cansancios, de nuestros afectos, de nuestra piel. En la antropología bíblica el cuerpo y el espíritu están íntimamente asociados, son uno. Todo lo que somos está contenido en él: ofrecernos, alabar, ser perdonados, agradecer, danzar, suplicar, interceder…Toda apertura a la Trascendencia ocurre en los límites de nuestra corporalidad, ahí nos recibimos y nos entregamos.

Muchos son los registros posibles en un tema tan rico en matices, por eso intentaré transitar, al amparo del Evangelio, aquellos que me son más cercanos. Antes quisiera recordar algo que considero previo a cualquier reflexión que podamos hacer:

“La mayoría de los cuerpos de nuestro mundo no son cuerpos occidentales bien alimentados, con acceso a agua limpia, alimento, cuidados sanitarios y una vivienda digna, y cuyas inquietudes principales son alcanzar el bienestar psicológico, sexual y espiritual. Son cuerpos pobres, abandonados y enfermos que gritan pidiendo justicia a un mundo ensordecido por el poder, el militarismo y la riqueza.” [1]

1.- Regresar a la propia casa

Al acercarnos a las tradiciones orientales llama la atención la importancia que conceden al cuerpo. Es con el cuerpo que todas las cosas comienzan y la meditación es un arte que enseña el uso de los pulmones, el abdomen, la espina dorsal, los ojos…“ El cuerpo es lo primero, Dios viene al final” (W. Johnston).

En las grandes ciudades ha crecido la oferta de centros de salud integral relacionados con el cuidado del cuerpo que adoptan prácticas de Oriente. Se han globalizado los hábitos de comportamiento con el propio cuerpo y las imágenes occidentales, más dualistas, se encuentran sometidas a distintas influencias: las prácticas del yoga, el Tai- Qi (“energía fundamental”), el Qi -Gong (“trabajo sobre la energía”), las artes marciales japonesas y las prácticas confucionistas del cultivo de sí mismo, entre otras. Es un aporte valioso y hay que dar la bienvenida a toda apertura y enriquecimiento en este campo que tenga en cuenta al cuerpo. Necesitamos recuperarlo, no tanto en su exterioridad sino contemplado desde dentro. El riesgo que puede darse en nuestros contextos es privar a estas prácticas del transfondo espiritual en el que surgen y reducirlas a simples técnicas para el tratamiento del cuerpo.

Sin estar presentes al propio cuerpo tampoco podremos estarlo al de los demás. Para acceder a esta consciencia del cuerpo que somos necesitamos abrir la primera puerta, la principal, la que da acceso a todo el resto de la casa: el contacto con nuestra respiración.

A través de esta conexión con lo más elemental de la existencia, accedemos al mismo tiempo a las mayores profundidades de la experiencia interior…Tenemos la sensación, cuando estamos atentos al flujo y reflujo del aire en nosotros que experimentamos una extraña plenitud…reencontramos el contacto perdido con el cuerpo y con su ritmo sanador (…) Es también el camino de vuelta a casa [2]”.

Las diversas escuelas de meditación y oración conectan con este ritmo básico de la respiración porque en él está contenido el ritmo de la vida: recibir y entregar, anhelar y abandonarse, nacer y morir. No podemos escuchar nuestro ser esencial sin auscultar los latidos del propio cuerpo. El otro día una amiga me decía que yo respiraba demasiado corto y que necesitaba aprender a respirar bien. Siento que es verdad, que según el momento que atravesamos así también es nuestra respiración. En la oración, comenzar por aquí es el principal medio para poder disponernos a otro Aliento. Si vamos abriendo bien esta primera puerta ya sería casi suficiente. Todo el tiempo que podamos emplear ahí es dado por bueno. Aprender a respirar bien ¡tiene tanto que ver con aprender a vivir hondamente! A través del contacto con la respiración nos hacemos presentes a nosotros mismos, a esa Vida en nosotros que nos trasciende, a las presencias que acontecen cada día. Necesitamos regresar a “la-casa-que-no-habitamos” para comenzar a vivir en ella anchamente, recorrer cada una de sus estancias y poder ofrecer su hospitalidad a muchos otros.

Cuando vayas a orar entra en tu habitación” (Mt 6, 6), en el lugar más interior de tu cuerpo, allí donde nos recibimos de una Respiración mayor.

2.- Saborear corporalmente la realidad

Recuerdo una anécdota que me ocurrió con una joven con la que salí a tomar algo a un lugar de tapas. Pedimos una tabla de quesos y cuando me fui a dar cuenta yo ya me había comido mi parte. Ella me miró sorprendida y me dijo: “¡Qué rápido te lo has tomado¡ ”. “ Si-dije yo un poco avergonzada- tenía hambre. “¿Qué queso te ha gustado más?”-me preguntó. “¡Ah!, ¿es que eran diferentes?” Me los había tomado tan deprisa que apenas había podido saborearlos. Fue una llamada de atención y sentí que así iba también por la vida, sin darme el tiempo y el silencio para gustar las relaciones y las cosas.

Padecemos un déficit de atención, podemos oír sin escuchar, mirar sin ver, comer sin saborear…y eso nos hace difícil disfrutar de una vida plena, crear en nosotros un espacio de receptividad. La oración es el lugar donde nuestros sentidos se van serenando, donde se hacen capaces de acceder a la realidad no desde la voracidad sino desde la apertura y la donación. Necesitamos aprender a saborear corporalmente la realidad, a pasar por nuestro cuerpo los matices y registros de la vida, en su gran diversidad, en su disonancia y en su armonía, en toda la gama de sus colores [3]. Recuperar esa sabiduría corporal a la que Jesús invitaba: “dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen (Mt 13, 16)

Una oración que pusiera el Evangelio en contacto con nuestra razón y nuestro discurso, pero que no tocara ni convirtiera nuestros sentidos, no dejaría huella en nuestros cuerpos [4], no tejería encarnación, no se traduciría en nuestro modo de estar presentes y vincularnos y no podría operar transformaciones en la realidad.

San Ignacio proponía en sus meditaciones la aplicación de sentidos [5]. Ejercitar en la oración la vista, el tacto, el oído, el gusto y el olfato que abren los sentidos del corazón. Acceder a Jesús y a las escenas del Evangelio como si presentes nos hallásemos. Es el modo en que nuestra sensibilidad se va haciendo semejante a la de Jesús. “Actuar corporalmente como Jesús para ser interiormente como él. [6]”

Si nuestro cuerpo no recibe la buena noticia no podremos pasarla, aunque empeñemos todos los años de nuestra vida y todos los recursos a nuestro alcance. Si los gustos de Jesús no van siendo los nuestros, nuestro código corporal no podrá incorporarse a su modo de proceder. En ocasiones vemos “cuerpos eclesiales” que en sí mismos ya hablan. Dejan poco lugar para la transparencia, hay demasiada gravedad, uno mismo ocupa demasiado espacio.

Poco a poco, en la medida en que nuestro cuerpo va siendo integrado al amparo del amor sanador y posibilitador de Dios, nos vamos atreviendo a expresar toda la variedad de registros y de colores que hay en nosotros, sin guardar ninguno (¡Y tenemos tantos por despertar!) Desde los más oscuros hasta los más luminosos, todos nos parecerán dignos de existir y amables.

domingo, 30 de octubre de 2011

TU MENTE ES TU RELIGIÓN(LAMA THUBTEN YESHE)

CUANDO HABLO DE LA MENTE, NO HABLO SÓLO DE MI MENTE, SINO DE LA DE TODOS Y CADA UNO DE LOS SERES VIVOS Y UNIVERSALES.

NUESTRA FORMA DE VIVIR Y DE PENSAR ESTÁ TOTALMENTE DEDICADA A LA BÚSQUEDA DEL PLACER MATERIAL.

ESTAMOS TAN ABSOLUTAMENTE PREOCUPADOS POR LOS OBJETOS EXTERNOS, QUE NUNCA MIRAMOS EN NUESTRO INTERIOR, NUNCA NOS PREGUNTAMOS POR QUÉ LOS ENCONTRAMOS TAN INTERESANTES.

DURANTE LA VIDA NUESTRA MENTE ES PARTE INSEPARARABLE DE NOSOTROS Y, COMO RESULTADO, SUFRIMOS CONSTANTES ALTIBAJOS. NO ES NUESTRO CUERPO EL QUE VA DE ARRIBA ABAJO, ES NUESTRA MENTE.

….A PESAR DE LO QUE TU CREAS, NO ERES LIBRE. LO QUE REALMENTE TE OPRIME ES TU PROPIA MENTE DESENFRENADA, TU PROPIO APEGO. SI DESCUBRES CÓMO TE OPRIME ESA MENTE, PODRÁS HACERLA DESAPARECER. CONOCER TU MENTE ES LA SOLUCIÓN A TODOS TUS PROBLEMAS.

UN DIA DICES QUE EL MUNDO ES BELLO Y AL DÍA SIGUIENTE OPINAS TODO LO CONTRARIO. ¿POR QUÉ? CIENTÍFICAMENTE ES IMPOSIBLE QUE EL MUNDO CAMBIE TAN RADICALMENTE. ES TU MENTE LA QUE PROVOCA TALES APARIENCIAS. NO ESTOY HABLANDO DE RELIGIÓN; ESTOY HABLANDO DEL MODO EN QUE DIRIGES TU VIDA DIARIA, QUE ES LO QUE TE HACE IR DE ARRIBA ABAJO. TU ENTORNO Y LOS DEMAS SERES NO CAMBIAN RADICALMENTE; ES TU MENTE LA QUE TE HACE VERLO ASÍ. ESPERO QUE LO COMPRENDAS.

EL BUDA DICE QUE TODO LO QUE DEBES SABER ES LO QUE ERES, COMO EXISTES. NO NECESITAS CRER EN NADA.

LA MENTE ES COMO UN ESPEJO QUE REFLEJA TODO SIN DISCRIMINACIÓN. SI TIENES SABIDURÍA ANLÍTICA, PUEDES CONTROLAR EL TIPO DE REFLEJO QUE PERMITES APARECER EN EL ESPEJO DE TU MENTE. SI IGNORAS POR COMPLETO LO QUE ESTÁ OCURRIENDO EN TU MENTE, ESTÁ REFLEJARÁ CUALQUIER BASURA CON LA QUE SE ENCUENTRE. TU SABIDURÍA ANALÍTICA TIENE QUE DISTINGUIR ENTRE LOS REFLEJOS BENEFICIOSOS Y LOS QUE APORTAN PROBLEMAS PSICOLÓGICOS.

UN PRACTICANTE SERIO MANTIENE UNA CONSCIENCIA CONSTANTE DE DIOS Y DE SU PROPIA NATURALEZA, TANTO EN LOS MOMENTOS DE FELICIDAD COMO EN LA DESGRACIA.

viernes, 28 de octubre de 2011

Oración.

"Otra forma equivocada de rezar ante la cual el Señor nos pone en guardia es la palabrería, la verborrea con la que se ahoga el espíritu. Todos nosotros conocemos el peligro de recitar fómulas resabidas mientras el espíritu parece estar ocupado en otras cosas. Estamos mucho más atentos cuando pedimos algo a Dios aquejados por una pena interior o cuando le agredecemos con corazón jubiloso un bien recibido. Pero lo más importante, por encima de tales situaciones momentáneas, es que la relación con Dios permanezca en el fondo de nuestra alma. Para que esto ocurra, hay que avivar continuamente dicha relación y referir siempre a ella los asuntos de la vida cotidiana. Rezaremos tanto mejor cuanto más profundamente esté enraizada en nuestra alma la orientación hacia Dios. Cuanto más sea ésta el fundamento de nuestra existencia, más seremos hombres de paz. Seremos más capaces de soportar el dolor, de comprender a los demás y de abrirnos a ellos. Esta presencia silenciosa de Dios en el fondo de nuestro pensar, meditar y ser , nosotros la llamamos "oración continua". Al fin y al cabo, este es también lo que queremos decir cuando hablamos de "amor de Dios"; al mismo tiempo, es la condición más profunda y la fuerza motriz del amor al prójimo.
Esta oración verdadera, este estar interiormente con Dios de manera silenciosa, necesita un sustento y para ello, sirve la oración que se expresa con palabras, imágenes y pensamientos. Cuanto más presente está Dios en nosotros, más podemos estar verdaderamente con Él en la oración vocal. Pero puede decirse también a la inversa: la oración activa hace realidad y profundiza nuestro estar con Dios".

Extraido del libro "Jesús de Nazaret(I)" escrito por el Papa Benedicto XVI.

martes, 25 de octubre de 2011

Más del padre Griffiths

"Mi punto de vista es el siguiente. Existe una verdad original , la llamo el "divino misterio", que tan pronto empieza a ser expresada, incluso en un Buda o un Jesús, entra en el mundo temporal y en él empiezan las distorsiones. Por lo tanto cada tradición encierra esta verdad eterna, pero cada una la manifiesta de forma distinta, con limitaciones históricas, culturales y lingüisticas. La tarea actual es distinguir la verdad interior en cada tradición."
"Yo parto de la meditación. Para mi la meditación constituye el camino en el cual vamos más allá de nuestros sentidos , luego más allá de nuestra mente, y finalmente experimentamos algo de esta realidad trascendente. A medida que esta experiencia aumenta, afecta toda nuestra actitud con respecto a otras personas y al mundo que nos rodea"
"En la tradición bíblica, que es semítica se enfatiza, por encima de todo, la trascendencia de Dios, y, poco, en comparación, la inmanencia. De nuevo el hombre es dueño del universo; y existe resistencia a la hora de decir que la tierra es su madre y que depende de ella. La idea se consideró como perteneciente a pueblos que tenían dioses de la naturaleza, y por lo tanto se rechazó. Se perdió cualquier sacralidad de la tierra, la luna, las estrellas y el sol. Pero si el punto de vista bíblico se completa con la perspectiva Oriental, tenemos una comprensión más profunda.
Dicho de otro modo, Dios no es sólo la deidad trascendente del Antiguo testamento, sino también la deidad inmanente de la tradición Hindú. Se trata por tanto de dos enfoques complementarios."
"Utilizamos una palabra como "Dios" y creemos que tiene un cierto significado definitivo, pero en realidad la palabra "Dios" tiene una infinidad de significados y ninguno de ellos es el adecuado. Una palabra como ésta señala algo que está más allá de las palabras y los objetos. Por lo tanto Buda no quiso nombrarlo, puesto que desde el momento en que damos nombre a Dios tenemos un ídolo e idealizamos el concepto."
"Tenemos que ir más allá de nosotros mismos. Por ello muchas personas que viven una vida corriente, personas poco egoístas y con mucha dedicación, es probable que experiementen a Dios más profundamente, sin conocerlo o buscarlo. Mucha gente tiene vislumbres de El."
"En un nivel profundo no veo nada que sea incompatible. Cuanto más entramos en el Hinduismo o en el Budismo, más apreciamos su unidad fundamental con el Cristianismo. En la superficie existen muchas diferencias y contradicciones, e incluso más allá de la superficie tenemos problemas. Pero cuanto más a fondo vamos, más confluimos en la Fuente Original. Venimos de la Unidad y volvemos a la Unidad[...]Lo que llamamos Ecumenismo es ir más allá de la superficie para converger en la unidad. Esta es el todo real."
"La oración, particularmente en la Tradición Cristiana o Semítica, se dirige a un Dios situado por encima, y el hombre sintiéndose un pecador en la tierra, se abre a un Dios Padre en el cielo y recibe la gracia desde arriba. Siempre hay un límite dualista. La oración típica del Cristianismo se realiza de pie o de rodillas, siempre nos relacionamos con algo que está más allá. En oriente, la meditación es la forma habitual de relacionarse, estás sentado y realizas a Dios en tu interior. En cierto modo son formas opuestas, pero para mí son formas complementarias."
"Creo que siguiendo la tradición estrictamente Cristiana, tenemos que decir que Jesús fue un hombre. Perteneció a la humanidad, tuvo un cuerpo de judío y una psique de judío, y perteneció a su tiempo. En este sentido es completamente humano y compartió la realidad humana, incluyendo el sufrimiento y la muerte. En él como en todos, existe la capacidad de autotrascendencia . Pero en él según lo entiendo, esta capacidad no tiene límites. En el fondo de su espíritu estaba abierto a la realidad total de Dios, por lo que San Pablo pudo decir : "En él se encarnó la totalidad de Dios". Es totalmente uno con Dios y totalmente uno con la humanidad. El resto de nosotros tenemos grados diversos de apertura a lo divino. Todos participamos de la vida divina, satchitananda, de acuerdo a nuestra capacidad, pero existe siempre un límite".

Extraido del libro "Dialogos con científicos y sabios"

domingo, 23 de octubre de 2011

Padre Bede Griffiths.

"Creo que el vivir en un ambiente de paz, relacionado con el mundo natural, proporciona un equilibrio y una armonia en nuestras vidas, así como en nuestra relación con la gente y con Dios. Es por ello por lo que me opongo a la civilización urbana. Soy de la opinión de que las ciudades pequeñas como Atenas, Florencia y Roma, tienen un sentido; pero las grandes aglomeraciones como New York o Londres son inhumanas. Debemos abogar por la descentralización y por comunidades más humanas. Es fundamental conseguir una comunidad que viva en armonía con su entorno natural. Con respecto a las relaciones humanas es mejor tener comunidades relativamente pequeñas, en las que las gentes se conocen. Estas son las condiciones que considero necesarias para que la humanidad crezca y podamos experimentar la realidad del Espíritu de Dios en la vida de cada uno de nosotros. Se trata del medio ecológico y del medio humano requeridos para que exista una comunidad asentada en el amor. En ella te abres a lo divino, pudiéndolo experimentar en tu vida, día a día, hora a hora."

El turno de las imágenes......

lunes, 17 de octubre de 2011

Conceptos y experiencias.

Nuestros conceptos mentales y nuestras ideas sobre las cosas, la gente, los objetos o los sentimientos son fijos e inmutables. Pero la realidad de la experiencia es como un río que siempre está cambiando. La percepción directa se encuentra bajo los nombres de las cosas para mostrarnos su naturaleza efímera y misteriosa. Cuando llevamos nuestra atención a la percepción directa de la experiencia, nos volvemos más vivos y libres.
Cuando sostenemos una manzana en la mano, podemos llamarla por su nombre: manzana[...] manzana es el nombre, el concepto. El concepto no cambia de un dia para otro[...]Pero en la realidad de la experiencia no existe una manzana fija. La visión de una manzana consiste en realidad en un patrón visual sutilmente cambiante, tonalidades de rosa y carmesí, rojo y dorado, matices luminosos que se transforman continuamente al cambiar la luz o cuando movemos ligeramente la cabeza. Si tomamos con la mano una manzana, su fresca y aromática piel cerosa, dura y al mismo tiempo blanda, cambia a cada momento. Luego puede que nos llegue una vaharada de su olor, podemos masticar su carne, experimentar la complejidad de sabores que se revelan en nuestra boca, frescos y delicados, mientras la manzana desaparece convertida en agua y en dulzura en nuestro cuerpo. El concepto "manzana" es estático, un objeto del pensamiento. Pero la experiencia directa de ver, sostener, comer una manzana es una sucesión de colores sutiles, formas y percepciones que cambian a cadas minuto sin detenerse ni por un momento. Todas las cosas son iguales en esto: en un nivel existe un mundo aparentemente fijo e inmutable de conceptos, pero en otro, en la realidad inmediata, está el fluir de miles de percepciones sensoriales que aparecen y desaparecen a cada momento.
Paradójicamente, desde luego, necesitamos utilizar los conceptos constantemente. Necesitamos respetar la nacionalidad, la propiedad, el tiempo y el concepto del yo, aunque no describan la experiencia directa de la vida. Con sabiduría, aprendemos a utilizar los conceptos sin que nos engañen, sin perdernos en ellos.

Jack Kornfield


Este escrito sobre los conceptos y la experiencia, lo fijo e inmutable frente a la realidad libre y variable, me lleva a una reflexión sobre Dios.
¿Nos movemos en un concepto fijo, estático de Dios?. ¿Buscamos una definición clara, fija, estática de Dios, que satisfaga nuestra necesidad intelecto-conceptual de la realidad, de Dios?.
O por el contrario nos movemos hacia la experiencia de Dios, hacia experimentar la realidad.Vivir las cosas, las personas, no vivir atrapados en nuestros conceptos mentales de ellas, sino experimentarlas, e igualmente vivir y experimentar a Dios.
¿Buscamos vivir la experiencia de Dios?
Desde luego, al centrarnos en vivir la experiencia, podemos sentir que nos volvemos más libres y presentes.
Si nos centramos en la experiencia, que quizá es la única forma absoluta de abordar la realidad, trascendiendo los conceptos mentales estáticos, nos encontraríamos en que habría diferentes formas de experimentar a Dios, no habría una única y "oficial" forma, sino que la experiencia de Dios sería dinámica, diversa.
¿No es lo que nos transmitió Jesús, su experiencia de Dios?.
No pretendió nunca definir a Dios, establecer una definición, un concepto oficial, sino que vivió, y transmitió Su experiencia de Dios. Experimentó, vivió (vivir es la mayor experiencia ) a Dios, y lo sintió como Padre.
Si la forma más directa de acercarnos a la realidad de las cosas es la experiencia, el sentir, el percibir, al establecer definiciones y conceptos , por muy sagrados que sean, o por muy intelectuales que parezcan, nos estamos perdiendo la realidad, la estamos acotando y petrificando, permitiendonos eso sí, tratar intelectualmente con estos conceptos, enmarañandonos en teorías e ideas, creando así un mundo de conceptos, de ideas preestablecidas, donde parece más sencillo vivir, pero seguramente donde nos alejamos más y más de la realidad más "real", y de la vida más viva.
De manera que la vida (terrenal), la gran experiencia, es nuestro gran regalo, es una gran oportunidad para acceder a Dios, y por tanto a la realidad de todas las cosas. Es como un "master" para nuestro auténtico "Ser", para nuestro espíritu, para que siga creciendo, evolucionando.

Pero para acceder a la realidad de las cosas, para acceder a Dios, a la realidad oculta o quizá manifiesta, que está detrás de cada concepto, debemos desarrollar nuestras "herramientas de experimentación". Nuestros sentidos, nuestra mente, nuestra conciencia. Debemos abrirnos a la experiencia, a la vida, debemos conectar con la matriz de nuestra mente, con nuestra conciencia, con nuestra espiritualidad, y permitir que ésta, se manifieste a través de nuestros sentidos, para poder sentir, percibir desde lo más profundo, no desde la intelectualidad cargada de conceptos e ideas, que no nos permite pasar la barrera de lo establecido.
Debemos desarrollar la capacidad de percibir y sentir de nuestra mente, en lugar de la capacidad de manipular, de definir , de construir mentalmente la realidad. Esta construcción mental nos servirá de guía para la vida, pero no podemos atraparnos por la "guía", debemos utilizarla como soporte para la auténtica experiencia, para la auténtica realidad, que nos está esperando a que la sintamos, la vivamos.
Un mapa de París no es París, ni siquiera una guía virtual lo es, necesito andar por sus calles, oler su comida, escuchar a su gente....Cuando vuelves del viaje, seguro que algo ha cambiado en tí, porque tú espíritu, tu conciencia se ha enriquecido de experiencias, de vida.
Traslademos este mismo ejemplo a Dios. Tenemos que sentirlo, olerlo, escucharlo, "andarlo", paladearlo... si no es así, simplemente tendremos acceso a un "mapa" de Dios.

Luis

domingo, 16 de octubre de 2011

La percepción sagrada

"Los santos son santos, no porque su santidad los haga admirables a otros, sino porque el don de la santidad les permite admirar a todos"
Thomas Merton


Cada vez que nos encontramos con otro ser humano y honramos su dignidad, ayudamos a las personas que nos rodean. Sus corazones resuenan con el nuestro de la misma manera que las cuerdas de un violín vibran con el sonido de otro violín que se toque cerca de él. [...]Si una persona llena de pánico y odio entra en una habitación, lo sentimos inmediatamente, y a menos que seamos muy conscientes, el estado negativo de esa persona empezará a afectarnos. Cuando entra una persona que expresa alagría, también nosotros nos sentimos bien. Y cuando vemos la bondad de los que están ante nosotros, la dignidad de ellos resuena con nuestra admiración y respeto.[...]
Cuando aprendemos a descansar en nuestra bondad, podemos ver con mayor claridad la bondad en los otros. A medida que desarrollamos nuestro sentido del respeto y del cariño, nos resulta muy útil en las circunstancias más corrientes. Y se convierte en algo inestimable en las situaciones extremas.[...]
Cuando tratamos con respeto y honramos a los que nos rodean, abrimos un canal para nuestra propia bondad.[...] cuando vemos lo sagrado en otro, tanto si pertenece a nuestra familia como a nuestros conocidos, en una reunión de negocios o en una sesión de terapia, transformamos sus corazones.[...]
Hace algunos años, me hablaron de una profesora de historia de una escuela de enseñanza secundaria que conocía este mismo secreto. Una tarde en la que los alumnos estaban especialmente inquietos y distraídos, les dijo que interrumpiesen cualquier trabajo académico.Dejó que los alumnos descansasen mientras ella escribía en la pizarra los nombres de cada uno de ellos. Después les pidió que copiasen la listay, a continuación, que escribiesen junto a cada nombre alguna cosa que les gustase o admirasen de ese compañero. Al final de la clase recogió los papeles.
Semanas más tarde, en otro día especialmente difícil justo antes de las vacaciones de invierno, la profesora volvió a interrumpir la clase. Entregó a cada alumno una hoja con su nombre escrito en la parte de arriba. En cada una habia pegado las veintiséis cosas buenas que los otros estudiantes habían dicho de esa persona. Con sus rostros sonrientes, leyeron boquiabiertos y emocionados[...]
Tres años más tarde la profesora recibió una llamafda de la madre de uno de sus antiguos estudiantes. Robert era el típico gracioso, pero también uno de sus preferidos. La madre le comunicó la triste noticia de que habian matado a su hijo en la Guerra del Golfo. La profesora asistió al funeral, en el que hablaron muchos amigos de Robert y compañeros de la escuela. Justo al final de la ceremonia, la madre de Robert se acercó a ella. Sacó un trozo de papel gastado que obviamente había sido plegado y replegado muchas veces y dijo:" esta es una de las pocas cosas que encontraron en el bolsillo de Robert cuando los militares recuperaron su cuerpo". Era el papel en el que la profesora había pegado cuidadosamente las veintiséis cualidades que sus compañeros admiraban en él.
Al ver esto, los ojos de la profesora se llenaron de lágrimas. Mientras se secaba las mejillas, otra antigua alumna que estaba cerca de ella abrió su bolso, sacó su hoja cuidadosamente doblada y confesó que siempre la llevaba con ella.[...]otro contó que la hoja había estado entre los textos que se leyeron en su boda.
La percepción de bondad que esta profesora propuso había transformado los corazones de sus estudiantes de manera que sólo podía imaginar en sueños.
Todos podemos recordar algún momento en el que alguien vio esta bondad en nosotros y nos bendijo.

Extraido del libro de Jack Kornfield "La sabiduría del corazón"

jueves, 13 de octubre de 2011

Las parábolas.

¿Qué es realmente una parábola?¿Qué busca quien la narra?[...]cada maestro que quiere transmitir nuevos conocimientos a sus oyentes, recurrirá alguna vez al ejemplo, a la parábola.[...]
Mostrará cómo, en una realidad que forma parte de su ámbito de experiencias, hay algo que antes no había percibido. Mediante la comparación, acerca lo que se encuentra lejos, de forma que a través del puente de la parábola lleguen a lo que hasta entonces les era desconocido. Se trata de un movimiento doble: por un lado, la parábola acerca lo que está lejos a los que la escuchan y meditan sobre ella; por otro, pone en camino al oyente mismo.[...]Jesús no quiere transmitir unos conocimientos abstractos que nada tendrían que ver con nosotros en lo más hondo. Nos debe guiar hacia el misterio de Dios, hacia esa luz que nuestros ojos no pueden soportar y que por ello evitamos. Para hacérnosla más accesible, nos muestra cómo se refleja la luz divina en las cosas de este mundo y en las realidades de nuestra vida diaria. A través de lo cotidiano quiere indicarnos el verdadero fundamento de todas las cosas y así la verdadera dirección que hemos de tomar en la vida de cada día para seguir el recto camino. Nos muestra a Dios, no un Dios abstracto, sino el Dios que actúa, que entra en nuestras vidas y nos quiere tomar la mano. A través de las cosas ordinarias nos muestra quiénes somos y qué debemos hacer en consecuencia; nos transmite un conocimiento que nos compromete, que no sólo nos trae nuevos conocimientos, sino que cambia nuestras vidas. Es un conocimiento que nos trae un regalo: Dios está en camino hacia a ti. Pero es también un conocimiento que plantea una exigencia: cree y déjate guiar por la fe. Así, la posibilidad del rechazo es muy real, pues la parábola no contiene una fuerza coercitiva.
Se podrían plantear miles de objeciones razonables, y no sólo en la generación de Jesús, sino también en todas las generaciones y, tal vez, hoy más que nunca.[...]las parábolas son expresión del carácter oculto de Dios en este mundo y del hecho de que el conocimiento de Dios requiere la implicación del hombre en su totalidad.

Extraido del libro:" Jesús de Nazaret" (1ªparte), escrito por Joseph Ratzinger(Papa Benedicto XVI)

martes, 11 de octubre de 2011

Teoría Científica. ¿Lenguaje científico para explicar el lenguaje espiritual?

--Entrevista a Jean-Pierre Garnier Malet, padre de la teoría del desdoblamiento del tiempo, publicada en La Vanguardia.

- Tengo 70 años. Vivo en París. Casado, 2 hijos y 3 nietos. Soy doctor en Física, mi especialidad es la mecánica de los fluidos. La política debe sustentarse en la tolerancia. Tengo la certeza de que hay que pensar en los demás como nos gustaría que los demás pensaran en nosotros.

- Su teoría ¿está avalada por la ciencia?

- La respetada revista American Institute of Physics de Nueva York y su comité científico la han validado publicándola en el 2006 porque es una teoría que ha permitido, primero, prever, y luego, explicar la llegada de planetoides al sistema solar. ¿Quiere que le explique para qué sirve la ley del desdoblamiento del tiempo?

- Sí, pero sencillito.

- Tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente.

- ¿Y todo eso sin enterarnos?

- Exacto. Tengo una síntesis instantánea de un análisis que he realizado en otro tiempo aunque no tenga la memoria de ello.

- ¿Así funciona el tiempo?

- Sí, en cada instante presente tengo un tiempo imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi tiempo real lo realizo.

- ¿?

- Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible.

- ¿Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por segundo?

- Sí, la número 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con éxito en nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que lo subliminal es accesible a nuestra memoria. El desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente y la teoría ha dado justificaciones a escala de partículas y a escala de sistema solar.

- Tenía entendido que las leyes de la cuántica no se aplicaban a las cosas grandes.

- El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da como resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real.

- ¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad?

- Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.

- ¿Estoy desdoblada como la partícula?

- Sí. Y sabemos que, si tenemos dos partículas desdobladas, ambas tienen la misma información al mismo tiempo, porque los intercambios de energía de información utilizan velocidades superiores a la velocidad de la luz. ¿Conoce el principio de los gemelos de Langevin?

- No.

- En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo viajaba a la velocidad de la luz, envejecía menos que el que se quedaba quieto. A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar 50 años: en 1970, gracias a los relojes atómicos, se comprobó esa ley.

- Entonces, en ese tiempo imperceptible pasó mucho tiempo.

- Exacto: si puedo viajar a velocidades prodigiosas, un microsegundo se convierte en un día entero. Cuando regreso, no sé si me he ido, puesto que he estado ausente un microsegundo.

- Estupenda propiedad, ¿pero quién es el que viaja?, ¿yo?

- Existe otra propiedad conocida en física: la dualidad de la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias.

- ¿Y cómo asimilamos esa información?

- En el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da el intercambio entre el cuerpo energético y el corpuscular. Y es ese intercambio el que le permite arreglar el futuro que ha creado durante el día, lo que hace que al día siguiente su memoria esté transformada.

- Vaya.

- El intercambio se realiza a través del agua del cuerpo. Ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de supervivencia y la intuición.

- ¿Fabricamos potenciales por medio de nuestro pensamiento?

- Así es. Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puede sufrirla usted u otro. De manera que la conclusión es: "No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que los demás pensaran en hacerte a ti". No es una ley moral ni filosófica, es una ley física.

- Es difícil controlar el pensamiento.

- De día, mucho; pero justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto controlemos: esa es la manera de conectar con esa parte energética, llamémosla el doble, para pedirle que solucione los problemas.

- ¿Es como una oración?

- No: es una relación, y hay que dejar totalmente las riendas al otro; las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar potenciales no deseados, sino que también nos guía los pensamientos del día siguiente.

- Asombroso.

La teoría del desdoblamiento del tiempo permitió explicar la llegada de planetoides cerca de Plutón, pero Garnier va mucho más allá y nos cuenta que esa ley es aplicable a nuestra vida: "Tenemos un cuerpo muy bien hecho que nos permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el futuro, arreglarlo y volver para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos la capacidad de arreglar ese futuro que hemos construido durante el día. Podemos ver los peligros antes de vivirlos por medio de la intuición, y borrarlos".


Algunas claves para comprender y aplicar la Teoría del Desdoblamiento

- Todos tenemos un doble.

- Nuestro doble no es el cuerpo astral o etérico. Es verdaderamente nuestro “yo”, en otra dimensión.

- Todo ocurre en el eterno ahora.

- La información con nuestro doble se intercambia mediante aperturas entre los distintos tiempos. Estas “aperturas temporales” imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos arrastran hacia otros espacios a velocidad prodigiosa.

- Nuestro “doble” es verdaderamente otro “yo”. El cuerpo visible explora el espacio en nuestro tiempo. El otro, generalmente imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento.

- De manera esquemática podemos decir que un cuerpo energético informa a nuestro cuerpo físico. Toda partícula emite y recibe ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y sobrevivir.

- El presente actualiza futuros potenciales creados por el pasado. Un cambio de pensamiento de un segundo crea numerosos potenciales de equilibrio en un tiempo acelerado, cuya síntesis instantánea en nuestro tiempo, conllevaría una puesta en forma o recuperación rápida de apariencia milagrosa.

- Nuestro “doble” experimenta muy rápidamente nuestro futuro y, por aperturas imperceptibles entre los dos tiempos, intercambios permanentes de informaciones nos llevan por el buen camino.

- Es recuperando el principio vital de intercambio de informaciones con nuestro “doble” durante nuestros sueños, que podremos por fin conocer el objetivo de nuestra vida y encontrar el equilibrio capaz de reconducirnos a él.

- Nuestro doble está a nuestro servicio, esperando contactar con nosotros para transmitirnos los mejores instintos de supervivencia, ya que él viaja al futuro y nos transmite la información.

- Tenemos varias potencialidades en nuestro futuro. Se trata de escoger la mejor para beneficio nuestro y de nuestro planeta, aprendiendo a recibir las informaciones de nuestro “doble” y no empezar a poner en duda su existencia.

- No hay necesidad de recordar los sueños. Basta con prepararnos a “bien soñar” por la noche para vivir bien durante el día, modificando nuestros pensamientos (siempre en positivo).

- Momentos antes de dormirnos podemos ponernos en contacto con nuestro “doble”, exponerle nuestros problemas y pedirle que busque la mejor solución posible (de entre los posibles futuros). ¿Recuerdan la frase "lo consultaré con la almohada"?

- Tener total confianza en que tu “doble”, te lo va a resolver de la mejor manera posible (ya que tu doble eres tú en otra dimensión). Tener la “certeza” de que ya te lo resuelve. Tener una actitud de total despreocupación y confianza. No pensar en hacer a los demás lo que no quieras que los demás piensen en hacerte a tí. Estar muy atentos a las señales que nos da la vida. Saber escuchar los “avisos”.

- Estas informaciones provenientes de las “aperturas temporales” imperceptibles nos permiten mejorar nuestro presente. Son siempre tan rápidas que nos llegan bajo la forma de intuiciones, sugerencias y premoniciones.

- El control de las aperturas temporales cambia nuestras noches y también nuestra vida. Además es un medio muy eficaz para ya no estar angustiados o deprimidos frente a una situación delicada, a condición de saber cómo y por qué proceder. En efecto, el saber que el día siguiente será mejor nos alegra el corazón, el estrés desaparece y con él las enfermedades. El dirigir nuestra vida es nuestra responsabilidad.

- Es preciso ser dos para intercambiar información: uno de ellos viaja entre su presente y su futuro. El otro entre ese futuro (que es su presente) y el futuro de ese futuro (que es su propio futuro). Así pues, las tres realidades presentes -del pasado, del presente y del futuro- son accesibles al mismo tiempo por intercambios de información en las aperturas temporales.

- Nuestro doble es un explorador o mensajero. Está ahí para asegurarnos el mejor presente a cada instante. Está listo para darnos todas las informaciones necesarias en cuanto se lo pidamos. Puesto que “él” es “yo”, está siempre dispuesto a crearnos el mejor porvenir.

- Cuando estamos seguros de recibir ayuda en todo momento y en todo lugar, esta confianza se vuelve un automatismo saludable.

- Nuestro doble tiene la capacidad de explorar lentamente nuestro futuro, en un tiempo tan rápido que no nos damos cuenta de ello. En nuestro tiempo recibimos sus consejos en forma de sugerencias inmediatas, que crean nuestra intuición.

- El hecho de estar desdoblados sin tener tiempo de darnos cuenta, nos da la sensación de saberlo todo intuitivamente, sin tener que pensar en nada.

- Nuestro cuerpo es un receptáculo de informaciones necesarias que nuestro “doble” llena en cuanto puede. Todas nuestras células obedecen a la voluntad de este otro yo, que espera nuestro consentimiento para venir a visitarnos.

- Su benevolencia es incuestionable porque “él” es “tú”, y siempre lo será puesto que te asegura la vida después de la muerte, en otro tiempo, pero como es imperceptible lo hemos olvidado. Es buscando y reencontrando el contacto con nuestro “doble” que podremos equilibrarnos y entender el objetivo de nuestra vida terrestre.

- ¿Cómo proyectamos nuestro futuro? La anticipación es un principio vital. Es con nuestros pensamientos que proyectamos nuestro futuro. Si vamos por la calle y alguien nos da un empujón y pensamos ¡lo mataría!, este pensamiento ya está abriendo un futuro potencial asesino para nosotros en nuestras aperturas temporales.

Esto lo podemos modificar con un sencillo intercambio de información: con un pensamiento contrario y tranquilizador. Así reina la paz en el futuro. La ley de los tiempos es sencilla: “Si nadie en la Tierra pensara en matar, no existiría ningún futuro potencial asesino y la actualización de un asesinato sería imposible”.
Todo depende, pues, de nuestro modo de vida y de nuestros pensamientos que crean el conjunto de nuestras posibilidades de futuro y eso durante los aproximadamente veinticinco mil años de nuestro desdoblamiento actual.

Nuestro doble puede modificar los futuros que nosotros hemos creado, siempre a petición nuestra.

Cuando le damos las gracias, él entiende que va por buen camino y no duda en seguir adelante con lo que ha empezado, en función de las informaciones que recibe de su pasado.

- Restablecer un cuerpo enfermo o acallar una mente angustiada viene a ser cambiar el futuro y consecuentemente cambiar el mundo. El quejarse o lamentarse crea inmediatamente en el futuro algo del que poder quejarse o lamentarse.

- El intercambio de informaciones con un doble no es mágico ni peligroso. Lo peligroso es ignorar la forma de controlar las informaciones que nos llegan a cada instante y de vivir según nuestra conciencia, sin saber quién la llena de pensamientos subliminales sin interés alguno.

- La única dificultad proviene de la forma de pensar, pues no estamos acostumbrados a colocar el futuro antes que el presente. Esta nueva noción del tiempo va a conmocionar el fundamento mismo de todos nuestros pensamientos.

- Dejando nuestro sueño en manos de nuestro doble, es como encontramos o recobramos un equilibrio corporal y, sobre todo, y a su vez, planetario.
Aquél que se mantiene en contacto con su doble, no teme al futuro, cosecha sólo informaciones capaces de crear y de recibir las mejores posibilidades futuras individuales.
Equilibrándose de esta manera, equilibrará al planeta cuyo futuro potencial colectivo mejorará poco a poco. Sólo nuestro doble es capaz de volvernos a dar las ideas que eran las nuestras cuando nacimos.

- Es importante ser conscientes de nuestro último pensamiento antes de quedarnos dormidos, pues es el que nos dirige al tiempo ralentizado de nuestro doble.
Es el agua de nuestro cuerpo la que almacena y restituye las informaciones. El enfocarnos demasiado en nuestros problemas atrae las energías futuras responsables de nuestras dificultades. Si intentamos encontrar nuestras soluciones de esa manera, atraeremos futuros que pueden no ser los más adecuados. Sin embargo, si pedimos a nuestro doble que resuelva nuestros problemas y clasifique las soluciones, lo atraeremos hacia nosotros y nuestros sueños serán benéficos siempre que aceptemos su solución, con una confianza absoluta, con gratitud y en la certeza de que es el mejor futuro posible.
La mejor manera de quedarnos dormidos es pedir a nuestro doble que nos envíe el mejor futuro que hemos podido crear. "Que se haga tu voluntad". El dejar nuestro lugar de director de orquesta a nuestro doble nos adormece más rápidamente que nuestros deseos o proyectos. Simplificándolo en una sola palabra, sería "encomendarnos".

- Nuestra encarnación en la tierra tiene como objetivo permitir a nuestro “doble” arreglar los futuros que hemos perturbado. Le servimos de trampolín hacia el futuro que deberíamos construir según sus consejos.



lunes, 3 de octubre de 2011

Sobre la liberación del ego. Son palabras del moje budista Matthieu Ricard.

[...] piensa que querrer actuar sobre el mundo sin haberse transformado uno mismo no puede llevar a una felicidad duradera ni profunda. Podría decirse que la acción sobre el mundo es deseable, mientras que la transformación interior es indispensable.
En cuanto a la afirmación de la personalidad tal y como la estimula occidente, es algo que va, en efecto, contra la voluntad [...]de desenmascarar "la impostura del ego", ese ego que parece tan poderoso y nos causa tanto sufrimientos pese a no tener ninguna existencia en sí. [...] pero tampoco hay que creer que, una vez desenmascarada la impostura del ego, nos encontramos en una nada interior, al punto de que la destrucción de la personalidad nos volvería incapaces de actuar o de comunicarnos. No nos convertimos en una caja vacia. Todo lo contrario; al dejar de ser el juguete de un déspota ilusorio, parecido a las sombras de la caverna de Platón, nuestra sabiduría, nuestro amor al prójimo y nuestra compasión podrán expresarse libremente. Se trata de una liberación de las limitaciones impuestas por el apego al "yo", en ningún caso de una anestesia de la voluntad. Esta abertura de "los ojos de la sabiduria" aumenta nuestra fuerza de ánimo, nuestra diligencia y nuestra capacidad para actuar de manera justa y altruista.

Extraido del libro "El monje y el filósofo" de Jean-François Revel y Matthieu Ricard