" Muchas personas están tan identificadas con el flujo ordinario de sus pensamientos y sentimientos, que no captan que hay un manantial de donde brotan todos ellos. Al igual que los botes y basuras que flotan sobre la superficie del río, así mismo nuestros pensamientos y sentimientos tienen que reposar sobre algo. Ese "algo" es la corriente interior de nuestra conciencia, que es nuestra participación en la persona de Dios, y que no es evidente de inmediato en el nivel ordinario de la conciencia.[...] Es ese nivel de nuestro ser el que nos hace más humanos."
Thomas Keating