Camino

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domingo, 23 de octubre de 2011

Padre Bede Griffiths.

"Creo que el vivir en un ambiente de paz, relacionado con el mundo natural, proporciona un equilibrio y una armonia en nuestras vidas, así como en nuestra relación con la gente y con Dios. Es por ello por lo que me opongo a la civilización urbana. Soy de la opinión de que las ciudades pequeñas como Atenas, Florencia y Roma, tienen un sentido; pero las grandes aglomeraciones como New York o Londres son inhumanas. Debemos abogar por la descentralización y por comunidades más humanas. Es fundamental conseguir una comunidad que viva en armonía con su entorno natural. Con respecto a las relaciones humanas es mejor tener comunidades relativamente pequeñas, en las que las gentes se conocen. Estas son las condiciones que considero necesarias para que la humanidad crezca y podamos experimentar la realidad del Espíritu de Dios en la vida de cada uno de nosotros. Se trata del medio ecológico y del medio humano requeridos para que exista una comunidad asentada en el amor. En ella te abres a lo divino, pudiéndolo experimentar en tu vida, día a día, hora a hora."

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