Camino

Camino

domingo, 5 de abril de 2020

¿Donde está Dios ahora?

Escucho estos días a personas que se llaman "ateas"  de diferentes maneras, diciendo que dónde está Dios en estos momentos y por qué permite estas muertes.
Suelen aparecer estas voces en momentos de grandes tragedias, atentados etc.
Un vez el Papa Benedicto XVI dijo que el problema es que habíamos sacados a Dios de nuestras vidas, de nuestra sociedad. Estoy completamente de acuerdo.
Ahora mismo no está pasando nada que no ocurra de diferentes maneras en el tercer mundo, y estas voces de supuestos ateos, no se preguntaban sobre Dios, porque a ellos no les estaba perjudicando.
También observo que incluso el mundo "ateo"rápidamente recurre a Dios(curioso para no creer), a dudar de Él o a criticar directamente, cuando hace acto de aparición la muerte cercana o la posibilidad de la misma.También muchos creyentes de diferentes religiones ven debilitada su fe en estos momentos por el miedo a la muerte.
Personalmente como cristiano, no creo en una verdadera muerte. Sé que la muerte es parte de la Vida que se nos concede, que nuestro ser esencial (espíritu) continuará este apasionante viaje que es la existencia, no sé bien de que forma , pero tengo la certeza que continuará.
Por supuesto, esta creencia no quita que haya sufrimiento cuando pierdes a alguien cercano, y más, si la muerte es demasiado pronto o tiene unas condiciones trágicas o inhumanas. Pero sí ayuda a posteriori e incluso en el momento que se está sufriendo, atenuando este sufrir, en lo profundo de nuestra mente. Saber que es un cambio en el "vivir" y que nunca estamos solos en este "viaje",  sabiendonos acompañandos, guiados, inspirandos.
Pero voy a centrarme en los momentos actuales, aunque primero voy a reflexionar algo.
Para mí, la principal cualidad del Abosluto es la Unidad. Cuando esta Unidad se "mueve"  hacia la diversidad creada y aparece la idea de Padre-Madre creador, aparece lo que para mí sería una especie de sinónimo del Uno que es el Amor. El Amor es como la gran fuerza originaria, creadora,  que mantiene la diversidad unida, conectada, manteniéndola como una Unidad en el Amor, como una unidad en Dios. En esa Unidad del Amor, el ser humano aparece a imagen y semejanza del Creador, dotado de un libre albedrío que hemos demostrado habitualmente que nos cuesta gestionar.
Esta idea de unidad es rastreable en las distintas religiones y creencias espirituales, aunque expresada de diferente manera.
Como decía antes, el ser humano tiene una cierta dificultad a la hora de usar libertad, haciendo que la "máquina humana" no termine de funcionar correctamente, plasmándose esta "avería" en el sufrimiento.
Ante esta situación, Dios nos ofreció un claro ejemplo de lo que es la aplicación, de la principal cualidad del universo, es decir la Unidad-Amor, en nuestra realidad,a través de su Hijo, Jesús.
Cuando la Unidad-Amor se expresa en nuestra realidad, cuando permitimos que el Padre-Madre, que habita en nuestra esencia, se manifieste en nuestro mundo humano, aparecen fuerzas, sentimientos, pensamientos y acciones que unen , que conectan :el amor, la solidaridad, el afecto, el compromiso, la conexión personal, la paz, la armonía, el servicio, la amistad, la hermandad, el sacrificio por los demás, la colaboración ...todo aquello que expresa unidad en  nuestro mundo, todo aquello que une que conecta (lo que nunca estuvo separado), en definitiva, aparece el Reino de Dios.
Dios a través de Jesús, nos mostró cual es la verdadera naturaleza y misión del ser humano, para lo que está creado, nos mostró como "funciona correctamente la máquina humana" .Qué es ser humano en realidad, tal y como Él nos creó. Al igual que una montaña o un riachuelo manifiestan su naturaleza y misión sin dudas ni contradicciones, Jesús vino a recordarnos, dentro de nuestro libre albedrío, que somos hijos de Dios, qué significa esto, y que nuestra felicidad y buen "funcionamiento" dependen de actuar de acuerdo a la misión o a la función por la que fuimos creados, que no es otra que la Unidad - Amor.
De manera que cuando miro lo que nos está ocurriendo ahora mismo, con la situación del virus, observo que, al contrario de la idea de ausencia de Dios, Éste, está apareciendo más visible y público por todas partes.
Es cierto que el alejamiento de Él, continúa también manifestándose de forma muy marcada, apareciendo el egoísmo, el enfrentamiento, la discordia, la cobardía, la superficialidad, el materialismo...todas aquellas cosas que son las expresiones del alejamiento de Dios, tan habituales ya, diría casi culturales, del alejamiento de la Unidad, de la Conexión en Dios, que recordemos, es la auténtica realidad esencial de todo.
Pero como decía , esta situación de la pandemia, está dando la posibilidad de que Dios sea más visible en la sociedad. Las muestras de solidaridad, entrega, sacrifico por los demás, amor incondicional, conexión...están llenando nuestra tv , los balcones, los hospitales y las calles todos los días. Siento que Dios se está haciendo más evidente que hace unos meses entre nosotros. El Espíritu Santo está inspirando sin parar y Jesús está detrás  de cada sanitario, de cada cajero o cajera, de cada médico, de cada policía, de cada padre o madre que sostiene más que nunca a sus hijos en estos momentos, detrás de cada acto de caridad, de entrega...
¿Qué donde está Dios ahora?, mírate al espejo, mira la tv, los periódicos, mira a tu pareja , a tus padres, al vecino que te canta con su guitarra, al polícia que te saluda al pasar, al farmacéutico , al reponedor...a todos ellos el miedo les inunda, el temor, pero continúan ayudando a los demás, cumpliendo con su labor, yendo más allá de sí mismos y del sentimiento de conservación.
Más que nunca, Jesús está visible, y no es que antes no lo estuviera, es que ahora estamos Viendo. Esta situación está abriendo la visión del corazón a más personas.
Las personas que mueren solas de sus familiares me rompen el alma cada día. Rezo cada día por ellas, por los ancianos de las residencias, y los infectados que son apartados de sus familiares.
Pero no están realmente solos, Jesús, Dios, está en cada enfermera, en cada médico que se le rompe el alma al ver que lo pierde y llora, y lo acompaña con amor aunque sea debajo de un traje de plástico. En cada oración que hacemos para recordarlos, en cada gesto de ayuda y de amor, ahí habita la verdadera humanidad, ahí habita Jesús.
Creo que Jesús nos mostró y nos muestra día a día algo que se olvidó y se olvida, que es: qué es ser humano, cual es nuestra misión en esta existencia , qué es ser hijo de Dios, y creo, que lo que estamos viviendo, puede convertirse en una oración gigantesca, en una presencia de Dios entre nosotros, en una visualización de Jesús detrás de todos esos actos de verdadera humanidad que están viéndose y extendiéndose por todo el mundo.
Pero no sólo en todos esos que por su labor profesional están arriesgándose y dándolo todo en estos momentos. Aquellos que estamos encerrados en las casas, para evitar el contagio propio y sobre todo de los demás.En esa situación de aislamiento, Jesús está presente, guiándote, apoyándote.
Cada gana de contestar mal al que te rodea estos días y que te aguantas pese a la presión que existe, cada vez que no transmites tu miedo a los que te rodean, cada vez que intentas animar, cuando eres tú el que necesita ánimos, cada vez que te pones menos comida en tu plato para que los tuyos puedan tener más y para que la siguiente salida a comprar se retrase, cada vez que sales a comprar tú para que los tuyos estén protegidos, cuando ayudas a una familia, a unos padres o abuelos,cada vez que lloras por el dolor por los demás, cada iniciativa que sigues para transmitir apoyo, solidaridad, cada sonrisa sin ganas, cada abrazo, cada aceptación, cada llamada y cada silencio, en unos momentos donde hay mucho silencio, y que descubres que detrás de ese silencio tu Padre-Madre te habla, te escucha te abraza...

Entonces ¿dónde está Dios en estos momentos?, sólo abre los ojos... mira, porque siempre estuvo ahí, la diferencia es que ahora te has abierto a VER.


L.

miércoles, 1 de abril de 2020

El Reino aparece desde el silencio de mi espíritu

Cuando acallamos nuestros pensamientos.
Cuando apartamos lo que llamo los agregados (materia, conocimientos, cultura...),
aparece nuestra esencia, la presencia consciente, para mí esto sería el espíritu.
En la presencia consciente, es donde se produce la comunicación con el Absoluto, con la Divinidad tripersonal (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
En la presencia consciente se diluye la separación, la creación aparece unificada, profundamente conectada.
En el silencio interior aflora lo Absoluto.¿En forma de espíritu creado?, ¿cómo una manifestación directa, modulada de la esencia universal?...no lo sé...pero es en la presencia consciente, en el silencio de mí, en el espíritu, donde la esencia del universo aparece manifestándose de una forma más directa,intensa...se expresa, se siente...
Es en el silencio donde aparece la comunicación directa con todo, es posible sentir la interconexión de todo, sin  trabas conceptuales..experimentamos todo desde el "vacío" más profundo que es a su vez el "Todo" más esencial.
Las oraciones, mantras, ritos y demás acciones de tipo espiritual,religioso, o simplemente acciones con una presencia mental intensa(contemplación), encaminan nuestros pensamientos y actos hacia la esencia, inspirados a su vez por la misma esencia.
Dirigimos nuestros agregados hacía el espíritu, que es donde la conexión esta actualizándose constantemente.
Una relación constante, una comunicación constante del "espacio" conectado que es el espíritu al diversificado y separado que es la realidad material y mental...y de ésta de nuevo al espíritu, mediante conceptos, pensamientos, ritos religiosos (religión=religar), hasta llegar de nuevo al silencio interior, verdadero Yo(espíritu), sin agregados, presencia consciente unida a todo, como esencia  a imagen y semejanza del Absoluto: Padre-Madre, Presencia-Eterna, Fuente -Creador (Hijo) Inspirador-vivificador en toda la creación (Espíritu).
El silencio, la quietud, la no-mente es lo que somos si quitamos todo lo que es susceptible de cambio.
"Eso"(espíritu) que somos es el "espacio" donde las Personas Divinas se sienten, se comunican. En el silencio interior nada es extraño, pero a su vez todo es no-conocido. Es donde toda la creación se siente dentro, todo se siente sagrado, porque el espíritu está hecho de la "substancia" esencial de toda la creación, de manera que en el silencio del espíritu somos uno con la Creación, con el universo.
Es en el silencio de nuestro espíritu donde Jesús nos habla, el Padre, el Espíritu, los santos y Budas....una piedra, un árbol, una montaña...
El Padre es el comienzo y el final de la red espiritual que nos integra, que integra todo. Su voluntad se expresa a través del Hijo y el Espíritu,esencia constitutiva de la red y presencia constante.
Cualquier ser se refleja en nuestra esencia. Nada existe individualizado, todo existe conectado.

"El que no renuncia a todo lo que posee no puede ser mi discípulo"
Lc 14,25-33
"Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu padre"
Mt 6,1-6.16-18.

Cuando el pequeño yo cae, la conexión con el Absoluto, y con el universo entero, es inmediata.
Incluso  los pensamientos y acciones, al partir de la quietud interior, del silencio del espíritu, estarán en conexión con el Absoluto, armonizados con todo, siendo acciones que traerán el Reino de los Cielos a la tierra.
Si la vida material, la de los sentidos, se "desconecta" del conocimiento que aporta el silencio, del no-se, del ser verdadero, el sufrimiento llega. La máquina humana está diseñada para actuar conectada a Dios, a nuestra esencia espiritual, a funcionar movida desde el silencio interior, y si no, funciona mal.
El sufrimiento es el efecto de la creencia en la desconexión, en la individualidad separada, es debido al alejamiento mental de la verdadera realidad interconectada.
Cuando las acciones y pensamiento fluyen desde la experiencia del espíritu, aparecen los hijos de Dios, aparece el Reino de los Cielos.
El amor, la compasión, la amistad, la caridad, la colaboración....son el reflejo en esta existencia de la Unida esencial, es el Reino del que nos hablaba Jesús.
Jesús marcó el camino,nos acompaña y el Espíritu nos inunda, nos mueve y los santos y los budas nos inspiran.
Debemos convertir todo en un rito. No sólo me refiero a los ritos religiosos, estoy hablando de convertir la vida en rito. Convertir la rutina en exaltaciones del espíritu,auténticas oraciones de la vida. Que los actos cotidianos sean loas a la Esencia, a la Unidad,Al Padre.
Habitar en el silencio de nuestro espíritu, en la mente que no-sabe, en la presencia consciente, en la "pobreza" de yo, para a partir de ahí manifestar nuestra filiación como hijos de Dios, manifestando mediante nuestros actos lo que Jesús ya adelantó, que es el Reino de los Cielos, aquí y ahora, en la tierra, en nuestra sociedad. Conseguir volver nuestra personalidad lo suficientemente transparente para que el brillo de nuestro espíritu ilumine bien fuerte todo a nuestro alrededor.

"Hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo".

Yo interpreto el Cielo como el plano espiritual, la realidad más sutil, origen de la realidad material.
Una parte de nosotros habita ese "espacio" del espíritu. La red interconectada desde la fuente que es el Padre-Madre,  tiene como uno de sus"nudos"  nuestro espíritu.
Por tanto, es en el silencio de mi pequeño yo, es en la expresión de mi gran Yo, es decir, en la experiencia de mi espíritu, donde está toda la vibración necesaria para cumplir mi misión. Es la fuente desde la que brotará el Reino, misión esencial del ser humano.
En la alta vibración de mi esencia es donde el Padre-Madre pone todo a mi alcance, el Hijo, el Espíritu, se manifiestan constantemente, no hay un "vacío" como la nada,  hay un "vacío" como la mayor de las fertilidades, con toda la Presencia.
Traigamos la voluntad de nuestro Padre-Madre a la tierra, es nuestra misión, la de todos y la de todo lo creado , haciendo que se manifieste nuestro verdadero Yo, como ya lo hace el verdadero ser del árbol, de la roca, del río, de la montaña.... que cumplen su misión sin contradicciones ...ese verdadero Yo que no depende de lo externo, que no cambia con las variaciones de la vida física, cotidiana, falsamente individualizada por la mente del yo pequeño, y que hará que nuestra misión en esta existencia humana se cumpla, y que no creo que sea otra cosa, que la expresión del Reino de Dios.
 Un Reino de hermanos, de confianza, de amor, de justicia social, de convivencia equilibrada con la naturaleza...
Para conseguir esto no hay que buscar, sólo hay que soltar lastre,el lastre de la importancia del pequeño yo,el lastre de la soledad, sólo hay que "volver a casa", a la casa del espíritu...y después salir a la calle, hacer brillar a través de nuestro yo el Yo y hacer de nuestro mundo el Reino de los Cielos.

L.




miércoles, 19 de marzo de 2014

La mente que no sabe.......


"Debes abandonar todo pensamiento y regresar a la mente sin conocimiento. Entonces, tu centro se hará más y más fuerte. [...]¿Qué soy? Ateneros a la mente en su no saber: ¿Qué soy? No lo sé....Entonces, tu centro se vuelve más fuerte. Tu pequeño 'yo' desaparece, alcanzas el no yo, superas el no yo y alcanzas el gran yo: todo el universo eres tú, tú eres el universo. A esto lo llamamos el punto primordial. Todo procede del punto primordial y regresa al punto primordial. En tu práctica, este punto primordial crecerá, crecerá, crecerá, crecerá hasta que experimentes la verdadera realidad, esto es , que de hecho todas las cosas y tú ya no estáis separados. El cielo es azul, el árbol es verde, el perro ladra: ¡Guau!! ¡Guau!. El azúcar es dulce. Cuando ves, escuchas,saboreas, tocas,todo es así, verdad. La verdad y tú ya no os separáis.
Así pues, es necesario un paso más: ¿cómo hacer para que esta verdad redunde en una vida correcta? Esto quiere decir conservar el Gran Amor, la Gran Compasión a cada instante: ¿cómo ayudar a todos los seres? A esto se le llama la Vía del Gran Bodhisattva"

Seung Sahn

domingo, 16 de marzo de 2014

Seung Sahn.

Pregunta: Recientemente vi una caligrafía suya en los Estados Unidos donde decía: "Libertad del karma familiar." ¿Qué significa? ¿Por qué es esto importante?

Maestro Zen Seung Sahn: El fundamento de la familia es la emoción. Las conexiones emocionales hacen la familia. Pero emoción y amor son diferentes. La emoción significa sentimientos contrapuestos: gusto/aversión, bueno/malo, mío/tuyo. Amor significa que no hay opuestos: solamente dar, dar, dar; siempre dar.
El conocimiento está en nuestra cabeza; las emociones están en el corazón.

Nuestro centro: el tantien, se encuentra justo debajo del ombligo. Si mantienes toda tu energía allí entonces puedes digerir tu conocimiento y tus emociones. Las emociones se convierten entonces en gran amor y gran compasión. También, tu conocimiento se convierte en sabiduría. Así pues, cuando tu centro se vuelve fuerte puedes controlar tus sentimientos, tu estado y tu situación. Cuando estos se vuelven claros nuestro verdadero trabajo aparece: ayudar a todos los seres. Este es el gran camino del bodhisattva.



Diálogo de un niño con Dios en el Padre nuestro. ( pag.44)

http://issuu.com/infinitomasuno/docs/revista_orar

Pag. 44

lunes, 10 de marzo de 2014

Cuando dejas de ser.....el SER AFLORA!!

En una ocasión Bankei estaba trabajando en su jardín. Llegó un buscador, un hombre que buscaba un Maestro, y preguntó a Bankei: —Jardinero, ¿dónde está el maestro?

Bankei se rió y dijo: —Espera. Atraviesa esa puerta y dentro encontrarás al Maestro.

El hombre dio la vuelta y entró. Vio a Bankei sentado en un trono, era el mismo hombre que había visto fuera, el jardinero. El buscador preguntó: —¿Estás tomándome el pelo? Baja de ese trono. Lo que haces es sacrílego, ¿es que no tienes respeto por tu Maestro?

Bankei bajó, se sentó en el suelo y dijo: —Bueno, ahora lo tienes difícil. No vas a encontrar a ningún maestro por aquí... porque yo soy el Maestro. 

Al hombre le resultaba difícil ver que un gran Maestro pudiera trabajar en el jardín, que pudiera ser ordinario. Se fue. No pudo creer que aquel hombre fuera el Maestro; perdió su oportunidad. 

Comentario Osho: Todo el mundo teme no ser nadie. Sólo unas cuantas personas curiosas y extraordinarias no tienen miedo de no ser nadie, como Gautama Buda o Bankei. Un nadie no es fenómeno ordinario; es una de las mayores experiencias de la vida: eres y al mismo tiempo no eres. Eres pura existencia sin nombre, sin dirección, sin límites... ni pecador ni santo, ni inferior ni superior, sólo silencio.

La gente tiene miedo porque su personalidad desaparece ante una persona así; su nombre, su fama, su respetabilidad, todo desaparece; de ahí viene el miedo. Pero la muerte se va a llevar todas esas cosas de cualquier modo. Los sabios permiten que todo eso caiga por sí mismo. Entonces a la muerte no le queda nada que llevarse. El miedo desaparece porque la muerte no puede venir a ti; no tienes nada para ella. La muerte no puede matar a quien no es nadie. 

Cuando sientes que no eres nadie, te vuelves inmortal. El nirvana es esa experiencia de la nada, el silencio absoluto sin alteraciones, sin ego, sin personalidad, sin hipocresía; sólo silencio... y los insectos cantando por la noche. 

De algún modo estás aquí, y, sin embargo, no eres. 

Estás aquí por tu vieja asociación con el cuerpo, pero si miras dentro no eres. Y esa comprensión, donde hay puro silencio y puro ser, es tu realidad, que la muerte no puede destruir. Ésta es tu eternidad, es tu inmortalidad. 

No hay nada que temer. No hay nada que perder. Si piensas que vas a perder algo —tu nombre, tu respetabilidad, tu fama— has de saber que no valen nada. Son juguetes infantiles, no son aptos para personas maduras. Y ya es hora de que madures, de que simplemente seas. 

Tú 'ser alguien' es muy pequeño. Cuanto más eres alguien, más pequeño eres; cuanto dejas de ser alguien, más grande eres. Sé absolutamente nadie y serás uno con la existencia misma.

jueves, 6 de marzo de 2014

El Espíritu Santo.


"El Espíritu Santo, aparentemente crea desorden en la Iglesia, porque produce diversidad de carismas, de dones; sin embargo, bajo su acción, todo esto es una gran riqueza, porque el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad, sino reconducir todo a la armonía. En la Iglesia, la armonía la hace el Espíritu Santo. Un Padre de la Iglesia tiene una expresión que me gusta mucho: El Espíritu Santo ipse harmonia est. Él es precisamente la armonía. Sólo Él puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad. En cambio cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y nos encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos, provocamos la división; y cuando somos nosotros los que queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, terminamos por imponer la uniformidad, la homologación. Si por el contrario, nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca provocan conflicto,porque Él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia."

El Papa Francisco.

martes, 4 de marzo de 2014

Padre Constantino Koser dirigiéndose a las Clarisas en torno a la contemplación.


"¿Y cuál es la meta a la que debemos tender? Se responde: el cielo. Tal vez sea mejor decir: el amor de Dios. Y la meta del amor de Dios está inseparablemente acompañada del amor del prójimo. No puede existir en la Iglesia y ante Dios un camino de perfección que no tenga, como meta, el amor de Dios y que no incluya el prójimo. Tanto es así que Dios jamás nos concederá una audiencia privada; ante Dios siempre estaremos con el prójimo; de otra forma no seremos admitidos. Sabemos cuál es el primer mandamiento y el segundo, igual al primero; esto hay que considerarlo con enorme seriedad. Si en nuestra vida de oración intentamos meternos a solas con Dios, sin llevar con nosotros al prójimo, hacemos una tentativa inútil y jamás seremos admitidos. En la vida más íntima de oración y contemplación, o el prójimo está dentro de la misma, o esta vida no existe. Cuanto más leemos el Evangelio, más lo meditamos y reflexionamos, tanto más nos convencemos de que es así. Las cosas llegan a tal punto que san Juan dice: «Si alguien dice que ama a Dios, pero odia al prójimo, miente» (1 Jn 4,20). «Odia» es un semitismo que significa en el contexto: si dice que ama a Dios y no ama al prójimo, es mentiroso".
"Hay dos especies de contemplación: una infusa y otra adquirida. Los Institutos de vida contemplativa en la Iglesia, por tanto las Clarisas, hacen profesión de contemplación adquirida, no de contemplación infusa. Dios puede dar la gracia de la contemplación; lo hace cuando quiere y como quiere; para la gracia de Dios no se requieren condiciones ni ambiente, porque Él en su omnipotencia puede superar todas las dificultades y hacer avanzar un alma en la contemplación aun contra todos los obstáculos. Dios, en estos casos, salta por sobre todas las dificultades, problemas y condiciones, supliendo la generosidad divina todas las deficiencias de las criaturas. Una de las más grandes sorpresas en la vida espiritual es el caso de la beata Ana María Taigi [9 de junio], alma altamente contemplativa, esposa de un marido insoportable y borracho, con 7 hijos, paupérrima... Imagínense qué especie de vida ha tenido esta señora en su casa, los líos en que se ha encontrado. Vivió, sin embargo, en altísima contemplación, por gracias infusas, desde niña. Los directores espirituales, más de una vez, le aconsejaron separarse del marido y retirarse un poco; ella resistió por convicción nacida de la gracia de que su camino de vida contemplativa estaba en aquellos líos imposibles, con aquel marido imposible, y con las dificultades de la familia. Y no se la imaginen en éxtasis, a 50 cm. del suelo, no. Estaba en la cocina, lavaba la ropa, cuidaba a sus hijos, trataba con su marido. Allí vivió sin clausura y sin rejas. Son las grandes lecciones que nos da el Señor. Y el mérito de Ana María, el examen que el Señor le ha exigido, es la caridad con toda esta familia y la cooperación con la gracia de contemplación recibida. Ustedes recuerden que, según la parábola de los talentos, la entrada en el cielo, la aprobación del examen, no estriba en ver si todavía tienen los talentos recibidos, sino en comprobar cuánto han lucrado con ellos; esta parte es importante para el examen. Dios nos da los dones para nuestra cooperación y no podemos confiarnos en los dones como tales, sino que deben excitarnos a una cooperación elevada".
"Existen varias maneras de percibir a Dios. ¿Qué es la contemplación? ¿En qué se distingue de la oración común? Ustedes están escuchando el ruido de la calle, perciben unos coches que se están moviendo, maniobrando... Pues bien, ustedes saben que los coches se están moviendo, pero no los ven; es un conocimiento indirecto, una señal que escuchan y de la cual deducen que los coches están allí. Ahora, vean este micrófono; saben que existe por visión directa, sin mediación de otros elementos. De la contemplación directa, sin elementos intermedios, es de donde se saca el fruto de la contemplación. La palabra contemplación, que es una figura del lenguaje, una imagen, viene a significar que, por este modo de relacionarse con Dios, se llega a un conocimiento y a un amor de Él que puede compararse con la visión de los ojos; sería, digamos, más inmediato, más directo, más próximo el conocimiento de Dios; una relación de inteligencia y de voluntad, y por ser hombres, de toda la afectividad y emotividad, más directa. La contemplación es algo así como un camino que ultrapasa el camino de la fe. Por la fe, alguien nos dice algo sobre Dios; en la vida contemplativa buscamos llegar a una experiencia, a una percepción directa de Dios".
"El otro elemento o instrumento fuerte es la meditación, que es el punto de cultivo, de trabajo, más importante en la cooperación con la vocación de contemplación adquirida. La meditación, en cuanto forma de oración, no tiene como finalidad principal el reflexionar, sino el llevar al alma al acto de amor de Dios y del prójimo. Así que el tema de la meditación y todos los otros elementos sólo son instrumentos, y en el momento en que el alma llega a un acto de amor de Dios y del prójimo, se suspenden todos los otros elementos, porque allí es donde se quiere llegar. Y la adquisición de la contemplación se hace más que todo en el ejercicio de la meditación. El progreso podemos verlo en la rapidez con la que el alma, cuando medita, llega a la meta del amor de Dios. Y cuanto más tiempo el alma permanece en el acto de amor, cuanto más fácilmente entra, tanto más camino ha hecho ya en dirección a la meta de la vida contemplativa adquirida. Cuando el alma está más o menos de un modo constante en el amor de Dios y del prójimo, se puede decir que ha adquirido más o menos la vida contemplativa".

Lama Tulku Lobsan.

Cuando un paciente viene a su consulta, ¿cómo descubre cuál es su enfermedad?
--Mirando cómo se mueve, su postura, la forma de mirar. No hace falta que me hable ni me explique qué le pasa. Un doctor de medicina tibetana experimentado, solo con que el paciente se le acerque a unos 10 metros, puede saber qué dolencia sufre.

--Pero también escucha los pulsos.
--Así obtengo la información que necesito de la salud del enfermo. Con la lectura del ritmo de los pulsos se pueden diagnosticar un 95% de las enfermedades, incluso psicológicas. La información que dan es rigurosa como la de un ordenador. Pero leerlos requiere mucha experiencia.

--Y después, ¿cómo cura?
--Con las manos, la mirada, y preparados de plantas y minerales.

--Según la medicina tibetana, ¿cuál es el origen de las enfermedades?
--Nuestra ignorancia.

--Pues perdone la mía, pero, ¿qué entiende usted por ignorancia?
--No saber que no sabes. No ver con claridad. Cuando ves con claridad, no tienes que pensar. Cuando no ves claramente, pones en marcha el pensamiento. Y cuanto más pensamos, más ignorantes somos y más confusión creamos.

--¿Cómo puedo serlo menos?
--Le daré un método muy simple: practicando la compasión. Es la manera más fácil de reducir tus pensamientos. Y el amor. Si quieres a una persona de verdad, es decir, si no la quieres solo para ti, aumenta tu compasión.

--¿Qué problemas ve en Occidente?
--El miedo. El miedo es el asesino del corazón humano.

--¿Por qué?
--Porque con miedo es imposible ser feliz, y hacer felices a los otros.

--¿Cómo afrontar el miedo?
--Con aceptación. El miedo es resistencia a lo desconocido.

--Y como médico, ¿en qué parte del cuerpo ve más problemas?
--En la columna, en la parte baja de la columna: os sentáis demasiado tiempo en la misma postura. Vitalmente, tenéis demasiada rigidez.

--Tenemos muchos problemas.
--Creemos que tenemos muchos problemas, pero en realidad nuestro problema es que no los tenemos.

--¿Qué quiere decir?
--Que nos hemos acostumbrado a un nivel de necesidades básicas cubiertas, de modo que cualquier pequeña contrariedad nos parece un problema. Entonces, activamos la mente y empezamos a darle vueltas y más vueltas sin solucionarlo.

--¿Alguna recomendación?
--Si el problema tiene solución, ya no es un problema. Si no, tampoco.

--¿Y para el estrés?
--Para evitarlo, lo mejor es estar loco.

--¿...?
--Es una broma. No, no tan broma. Me refiero a ser o parecer normal por fuera, y por dentro estar loco: es la mejor manera de vivir.

--¿Qué relación tiene usted con su mente?
--Soy una persona normal, o sea que a menudo pienso. Pero tengo entrenada la mente. Eso quiere decir que no sigo a mis pensamientos. Ellos vienen, pero no afectan ni a mi mente ni a mi corazón.

--Usted se ríe a menudo.
--Cuando alguien ríe, nos abre su corazón. Si no abres tu corazón, es imposible tener sentido del humor. Cuando reímos, todo es claro. Es el lenguaje más poderoso: nos conecta a unos con otros directamente.

--También acaba de editar un CD de Mantras con una base electrónica, para el público occidental.
--La música, los Mantras y la energía del cuerpo son lo mismo. Como la risa, la música es un gran canal para conectar con el otro. A través de ella, podemos abrirnos y transformarnos: así la usamos en nuestra tradición.

--¿Qué le gustaría ser de mayor?
--Me gustaría estar preparado para la muerte.

--¿Y nada más?
--El resto no importa. La muerte es lo más importante de la vida. Creo que ya estoy preparado. Pero antes de la muerte, debemos ocuparnos de la vida. Cada momento es único. Si damos sentido a nuestra vida, llegaremos a la muerte con paz interior.

--Aquí vivimos de espaldas a la muerte.
--Mantenéis la muerte en secreto. Hasta que llegará un día de vuestra vida en que ya no será un secreto: no os podréis esconder.

--Y la vida, ¿qué sentido tiene?
--La vida tiene sentido, y no. Depende de quién seas. Si realmente vives tu vida, entonces la vida tiene sentido. Todos tenemos vida, pero no todo el mundo la vive. Todos tenemos derecho a ser felices, pero tenemos que ejercer ese derecho. Si no, la vida no tiene sentido.