Camino

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jueves, 26 de abril de 2012

Todos somos hijos de Dios en la Conciencia Crística.

"La relación entre la Santísima Trinidad del cristianismo y el concepto que habitualmente se tiene acerca de la encarnación de Jesús resulta totalmente inexplicable si no se establece una diferencia entre el cuerpo de Jesús y Jesús como vehículo en el cual se manifestó el Hijo Unigénito, la Conciencia Crística. Jesús mismo hace dicha distinción cuando se refiere a su cuerpo como el "hijo del hombre" y a su alma (que no estaba limitada por el cuerpo, sino que era una con la unigénita Conciencia Crística presente en cada partícula vibratoria) como el "Hijo de Dios".

[...] Dios Padre permanecía oculto más allá del reino vibratorio que surgió de su Ser, pero luego se manifestó como la inteligencia Crística que se halla presente en toda la materia y en todos los seres vivientes, con el propósito de hacer regresar todas las cosas a su hogar de Eterna Bienaventuranza, a través de los hermosos llamados de la evolución.

[...] Dijo San Juan: "Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios". El plural utilizado en la expresión "hijos de Dios" muestra con toda claridad que, según las enseñanzas impartidas por Jesús y recibidas por Juan, el Hijo unigénito no era el cuerpo de Jesús, sino su estado de Conciencia Crística, y que todos aquellos que fuesen capaces de purificar su conciencia y recibir (o reflejar sin impedimentos) el poder de Dios estarían en condiciones de hacerse hijos de Dios, es decir podrían-al igual que Jesús- hacerse uno con el reflejo unigénito de Dios en toda la materia y, a través del Hijo (la Conciencia Crística), ascender al Padre, la Suprema Conciencia Cósmica.

Yogonanda.

jueves, 19 de abril de 2012

El aikido como herramienta de unidad con Dios.

"Los que pensamos profundamente en el aikido consideramos que debemos contribuir a establecer un sistema universal de verdad y de justicia. Nuestro deber es hacer de mensajeros y guìas de la paz mundial y de la hermandad universal. Para llevar a cabo esta gran tarea debemos: Estar iluminados sobre la naturaleza verdadera del universo. Residir en el corazón de Dios. ConcebIr el mundo entero como la forma viviente de Dios. Aprender las enseñanzas de lo,divino. Hacer que se manifieste lo divino en los asuntos humanos. Es decir, debemos llevar a cabo nuestra misión como espadas del espíritu, que penetramos hasta lo más hondo de las cosas. La técnica divina más importante es alcanzar la unidad con la creación y conseguir la armonía con todas las cosas. Este planteamiento nos permitirá vincular nuestros espíritus con lo divino. Esto es la unidad con el universo. Tenemos espíritu y tenemos cuerpo, pero deben estar sintonizados uno con otro. Cuando el espíritu y el cuerpo están sintonizados, podemos ver cómo funcionan y cómo se desarrollan en el mundo las dimensiones "energía", "fluido", " sauce" y "diamante". El buen entendimiento de los parámetros de estas cuatro dimensiones nos permitirá desarrollar una mente que ve las cosas precisamente tal como son. El aikido es la práctica que desvela la luz de la armonía;es el camino por el que se unen el cuerpo y el espíritu" Extraido del libro:"El corazón del Aikido. La filosofía del Takemusu Aiki". Morihei Ueshiba Segunda edición de Hideo Takahashi y compilación de John Stevens

jueves, 5 de abril de 2012

La Santísima Trinidad.

"El Espíritu, al ser la única Sustancia existente, no contaba con nada más que Consigo mismo a partir de lo cual crear[...]
Antes de la creación, sólo existía el Espíritu indeferenciado. Al manifestar la creación, el Espíritu se convirtió en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Tan pronto como el Espíritu proyectó un pensamiento cósmico vibratorio mediante el mágico poder divisor de maya (la ilusión cósmica), el Espíritu inmanifestado se tranfomó en Dios Padre, el creador de toda vibración creativa.
La fuerza vibratoria que emana del Espíritu[...] es el Espíritu Santo: La Vibración cósmica, La Palabra, Om o Amén. Todos los objetos, todos los planetas y seres vivientes creados en el Espíritu Santo o Vibración Sagrada no son otra cosa que la cristalización de lo imaginado por Dios.[...] para los científicos, la estructura de la materia, su trama o sustancia, es conocida también , en menor grado, como vibración cósmica.
Una vibración cósmica que se hallara activa en el espacio entero no podría, por sí sola , crear o sostener un cosmos tan maravillosamente complejo como éste. El universo no es el simple resultado de la unión azarosa de fuerzas vibratorias y partículas subatómicas, tal como sostienen los científicos materialistas, es decir, una combinación casual de sólidos, líquidos y gases que da origen a la tierra, los océanos, la atmósfera y las plantas, todos ellos armoniosamente interrelacionados para proporcionar un hogar habitable a los seres humanos. Las fuerzas ciegas no pueden organizarse por sí solas para producir objetos inteligentemente estructurados[...]podemos reconocer las manifestaciones de una oculta inteligencia Inmanente que opera en las fusión de las vibraciones para dar lugar a formas cada vez más evolucionadas en todo el universo.
La conciencia trascendente de Dios el Padre se manifestó dentro de la vibración del Espíritu Santo como el Hijo-la Conciencia Crística, la Inteligencia Divina presente en toda la creación vibratoria-.
Este reflejo puro de Dios que se encuentra en el Espíritu Santo guía a este último, de modo indirecto, a fin de que pueda crear, recrear, conservar y moldear la creación de acuerdo con el propósito divino. [...]
Tal vez esta analogía sirva para ilustrar el modo en que el Único Espíritu Eterno se convierte en la Santísima Trinidad: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, también reconocidos en la escrituras hindues como Sat, Tat y Om.

Yoganada

Fragmento del libro: La segunda venida de Cristo.

"La intercesión de divina, cuyo fin es mitigas los efectos de la ley cósmica de causa y efecto por lo cual el ser humano sufre a consecuencia de sus errores, estaba presente en el corazón mismo de la misión de amor que Jesús hubo de cumplir en la tierra. Moisés trajo a los hombres la ley de Dios e hizo incapié en el terrible peso de la justicia que se abate sobre quienes voluntariamente hacen caso omiso de la ley. Jesús vino a mostrar la misericordia y la compasión de Dios, cuyo amor es un refugio que nos protege , incluso, del rigor de la ley. Asimismo, Jesús fue precedido por Gautama Buda, "el iluminado", cuya encarnación le recordó a una generación desmemoriada el Dharma Chakra, la rueda del Karma, cuyo constante giro implica que las acciones puestas en marcha por el ser humano, así como sus correspondientes efectos, determinan que cada hombre sea el responsable de su propio estado actual. Buda devolvió el espíritu compasivo a la árida teología y a los rituales mecánicos en que había caído la antigua religión védica [...]
La intercesión de quienes se hallan próximos a Dios es el elixir paliativo que otorga a los debilitados mortales el poder necesario para levantarse y vencer las fuerzas de la ley cósmicas que ellos mismos han lanzado en su propia contra a causa de su comportamiento desobediente. El intercesor se mantiene firme junto al devoto y le brinda su protección en la forma de invulnerable sabiduría, desviando en ocasiones, hacia sí mismo parte de la devastadora embestida."

Yogananda

lunes, 2 de abril de 2012

Conciencia Crística

"En el pequeño cuerpo humano llamado Jesús se produjo el nacimiento de la vasta Conciencia Crística, la omnisciente Inteligencia de Dios que está presente en cada elemento y partícula de la creación. Esta Consciencia es el "hijo unigénito de Dios", llamado así porque, dentro de la creación, constituye el único reflejo perfecto del Absoluto Trascendental, el Espíritu o Dios Padre...
todas las almas que alcanzan la unión con la Conciencia Cristica mediante la intuitiva realización del Ser( 2) merecen con justicia, ser llamados hijos de Dios"

(2) En el término Ser, la mayúscula se utiliza para denotar el alma-que es la verdadera identidad del hombre- a fin de distinguirla del ego o pseudoalma-que es en contraposición, el ser inferior con el cual el hombre se identifica temporalmente al ignorar su verdadera naturaleza. La realización del Ser consiste en saber- física, mental y espiritualmente- que somos uno con la omnipresencia de Dios.

"La segunda venida de Cristo"
Paramahansa Yogananda