Camino

Camino

domingo, 11 de diciembre de 2011

El encuentro de Madre e Hija

"La luminosidad Madre es el nombre que damos a la Luminosidad Base. Es la naturaleza fundamental e inherente de todo, que subyace a toda nuestra experiencia y que se manifiesta en la plenitud de su gloria en el momento de la muerte.
La luminosidad Hija, también llamada Luminosidad camino, es la naturaleza de nuestra mente, que, cuando nos es presentada por el maestro y reconocida por nosotros, podemos empezar a estabilizar gradualmente por medio de la meditación, e integrar cada vez más completamente en nuestros actos. Cuando la integración es completa, el reconocimiento es completo y se produce la realización.
Aunque la Luminosidad Base es nuestra naturaleza inherente y la naturaleza de todo, no la reconocemos y permanece como si estuviese oculta. Yo suelo concebir la Luminosidad Hija como una llave[...] para ayudarnos a abrir la puerta al reconocimiento de la Luminosidad Base, cuando se presenta la oportunidad.
Imaginese que ha de ir a esperar a una mujer que llega en avión: si no sabe que aspecto tiene, puede ir al aeropuerto y cruzarse con ella sin darse cuenta de que es ella. Si tiene una fotografía con un buen parecido y se ha grabado usted su imagen en la mente, la reconocerá cuando la vea. Una vez le ha sido presentada la naturaleza de la mente y usted la ha reconocido, ya tiene la llave para volverla a reconocer. Pero, tal como debe llevar la fotografía encima e irla mirando de vez en cuando para estar seguro de reconocer a la persona que va a buscar al aeropuerto, también ha de profundizar y estabilizar constantemente su reconocimiento de la naturaleza de la mente por medio de la práctica habitual. Y entonces el reconocimiento llega a estar tan arraigado en usted, a ser tan parte de usted, que ya no necesita ninguna fotografía; cuando se ve a la persona, el reconocimiento es instantáneo y espontáneo. Así, tras una práctica sostenida del reconocimiento de la naturaleza de la mente, cuando amanezca la Luminosidad Base en el momento de la muerte, podrá reconocerla y fusionarse con ella[...] La demostración de si tenemos o no esta llave está en como contemplamos nuestros pensamientos y emociones cuando surgen; en si somos capaces de penetrarlos directamente con la Visión y reconocer su naturaleza de luminosidad inherente, o si por el contrario, la oscurecemos con nuestras reacciones instintivas acostumbradas.

Sogyal Rimpoché

No hay comentarios:

Publicar un comentario