Camino

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domingo, 5 de abril de 2020

¿Donde está Dios ahora?

Escucho estos días a personas que se llaman "ateas"  de diferentes maneras, diciendo que dónde está Dios en estos momentos y por qué permite estas muertes.
Suelen aparecer estas voces en momentos de grandes tragedias, atentados etc.
Un vez el Papa Benedicto XVI dijo que el problema es que habíamos sacados a Dios de nuestras vidas, de nuestra sociedad. Estoy completamente de acuerdo.
Ahora mismo no está pasando nada que no ocurra de diferentes maneras en el tercer mundo, y estas voces de supuestos ateos, no se preguntaban sobre Dios, porque a ellos no les estaba perjudicando.
También observo que incluso el mundo "ateo"rápidamente recurre a Dios(curioso para no creer), a dudar de Él o a criticar directamente, cuando hace acto de aparición la muerte cercana o la posibilidad de la misma.También muchos creyentes de diferentes religiones ven debilitada su fe en estos momentos por el miedo a la muerte.
Personalmente como cristiano, no creo en una verdadera muerte. Sé que la muerte es parte de la Vida que se nos concede, que nuestro ser esencial (espíritu) continuará este apasionante viaje que es la existencia, no sé bien de que forma , pero tengo la certeza que continuará.
Por supuesto, esta creencia no quita que haya sufrimiento cuando pierdes a alguien cercano, y más, si la muerte es demasiado pronto o tiene unas condiciones trágicas o inhumanas. Pero sí ayuda a posteriori e incluso en el momento que se está sufriendo, atenuando este sufrir, en lo profundo de nuestra mente. Saber que es un cambio en el "vivir" y que nunca estamos solos en este "viaje",  sabiendonos acompañandos, guiados, inspirandos.
Pero voy a centrarme en los momentos actuales, aunque primero voy a reflexionar algo.
Para mí, la principal cualidad del Abosluto es la Unidad. Cuando esta Unidad se "mueve"  hacia la diversidad creada y aparece la idea de Padre-Madre creador, aparece lo que para mí sería una especie de sinónimo del Uno que es el Amor. El Amor es como la gran fuerza originaria, creadora,  que mantiene la diversidad unida, conectada, manteniéndola como una Unidad en el Amor, como una unidad en Dios. En esa Unidad del Amor, el ser humano aparece a imagen y semejanza del Creador, dotado de un libre albedrío que hemos demostrado habitualmente que nos cuesta gestionar.
Esta idea de unidad es rastreable en las distintas religiones y creencias espirituales, aunque expresada de diferente manera.
Como decía antes, el ser humano tiene una cierta dificultad a la hora de usar libertad, haciendo que la "máquina humana" no termine de funcionar correctamente, plasmándose esta "avería" en el sufrimiento.
Ante esta situación, Dios nos ofreció un claro ejemplo de lo que es la aplicación, de la principal cualidad del universo, es decir la Unidad-Amor, en nuestra realidad,a través de su Hijo, Jesús.
Cuando la Unidad-Amor se expresa en nuestra realidad, cuando permitimos que el Padre-Madre, que habita en nuestra esencia, se manifieste en nuestro mundo humano, aparecen fuerzas, sentimientos, pensamientos y acciones que unen , que conectan :el amor, la solidaridad, el afecto, el compromiso, la conexión personal, la paz, la armonía, el servicio, la amistad, la hermandad, el sacrificio por los demás, la colaboración ...todo aquello que expresa unidad en  nuestro mundo, todo aquello que une que conecta (lo que nunca estuvo separado), en definitiva, aparece el Reino de Dios.
Dios a través de Jesús, nos mostró cual es la verdadera naturaleza y misión del ser humano, para lo que está creado, nos mostró como "funciona correctamente la máquina humana" .Qué es ser humano en realidad, tal y como Él nos creó. Al igual que una montaña o un riachuelo manifiestan su naturaleza y misión sin dudas ni contradicciones, Jesús vino a recordarnos, dentro de nuestro libre albedrío, que somos hijos de Dios, qué significa esto, y que nuestra felicidad y buen "funcionamiento" dependen de actuar de acuerdo a la misión o a la función por la que fuimos creados, que no es otra que la Unidad - Amor.
De manera que cuando miro lo que nos está ocurriendo ahora mismo, con la situación del virus, observo que, al contrario de la idea de ausencia de Dios, Éste, está apareciendo más visible y público por todas partes.
Es cierto que el alejamiento de Él, continúa también manifestándose de forma muy marcada, apareciendo el egoísmo, el enfrentamiento, la discordia, la cobardía, la superficialidad, el materialismo...todas aquellas cosas que son las expresiones del alejamiento de Dios, tan habituales ya, diría casi culturales, del alejamiento de la Unidad, de la Conexión en Dios, que recordemos, es la auténtica realidad esencial de todo.
Pero como decía , esta situación de la pandemia, está dando la posibilidad de que Dios sea más visible en la sociedad. Las muestras de solidaridad, entrega, sacrifico por los demás, amor incondicional, conexión...están llenando nuestra tv , los balcones, los hospitales y las calles todos los días. Siento que Dios se está haciendo más evidente que hace unos meses entre nosotros. El Espíritu Santo está inspirando sin parar y Jesús está detrás  de cada sanitario, de cada cajero o cajera, de cada médico, de cada policía, de cada padre o madre que sostiene más que nunca a sus hijos en estos momentos, detrás de cada acto de caridad, de entrega...
¿Qué donde está Dios ahora?, mírate al espejo, mira la tv, los periódicos, mira a tu pareja , a tus padres, al vecino que te canta con su guitarra, al polícia que te saluda al pasar, al farmacéutico , al reponedor...a todos ellos el miedo les inunda, el temor, pero continúan ayudando a los demás, cumpliendo con su labor, yendo más allá de sí mismos y del sentimiento de conservación.
Más que nunca, Jesús está visible, y no es que antes no lo estuviera, es que ahora estamos Viendo. Esta situación está abriendo la visión del corazón a más personas.
Las personas que mueren solas de sus familiares me rompen el alma cada día. Rezo cada día por ellas, por los ancianos de las residencias, y los infectados que son apartados de sus familiares.
Pero no están realmente solos, Jesús, Dios, está en cada enfermera, en cada médico que se le rompe el alma al ver que lo pierde y llora, y lo acompaña con amor aunque sea debajo de un traje de plástico. En cada oración que hacemos para recordarlos, en cada gesto de ayuda y de amor, ahí habita la verdadera humanidad, ahí habita Jesús.
Creo que Jesús nos mostró y nos muestra día a día algo que se olvidó y se olvida, que es: qué es ser humano, cual es nuestra misión en esta existencia , qué es ser hijo de Dios, y creo, que lo que estamos viviendo, puede convertirse en una oración gigantesca, en una presencia de Dios entre nosotros, en una visualización de Jesús detrás de todos esos actos de verdadera humanidad que están viéndose y extendiéndose por todo el mundo.
Pero no sólo en todos esos que por su labor profesional están arriesgándose y dándolo todo en estos momentos. Aquellos que estamos encerrados en las casas, para evitar el contagio propio y sobre todo de los demás.En esa situación de aislamiento, Jesús está presente, guiándote, apoyándote.
Cada gana de contestar mal al que te rodea estos días y que te aguantas pese a la presión que existe, cada vez que no transmites tu miedo a los que te rodean, cada vez que intentas animar, cuando eres tú el que necesita ánimos, cada vez que te pones menos comida en tu plato para que los tuyos puedan tener más y para que la siguiente salida a comprar se retrase, cada vez que sales a comprar tú para que los tuyos estén protegidos, cuando ayudas a una familia, a unos padres o abuelos,cada vez que lloras por el dolor por los demás, cada iniciativa que sigues para transmitir apoyo, solidaridad, cada sonrisa sin ganas, cada abrazo, cada aceptación, cada llamada y cada silencio, en unos momentos donde hay mucho silencio, y que descubres que detrás de ese silencio tu Padre-Madre te habla, te escucha te abraza...

Entonces ¿dónde está Dios en estos momentos?, sólo abre los ojos... mira, porque siempre estuvo ahí, la diferencia es que ahora te has abierto a VER.


L.

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