Oración centrante

" La disposición fundamental en la oración centrante es abrirse a Dios. Lo que practicamos como cristianos podría resumirse en una palabra: paciencia.[...]

En todo momento debe estar presente una apacible actividad espiritual, expresada bien al pensar en la palabra sagrada bien por la simple percepción de que te encuentras en la presencia de Dios. La experiencia de vacío es la presencia de su intención en una forma muy sutil. No te será posible mantener esa experiencia de vacío a menos que tu intención esté presente.[...]

Esta oración es una forma de descansar en el Señor.

[...] el tipo de actividad que te ocupa durante esta oración es tan simple que es muy fácil quedarse dormido a menos que cumplas con la modesta actividad que se requiere, a saber, permanecer alerta. [...] Jesús dijo: Estad atentos y orad, que es lo que hacemos en la oración centrante.[...] Orar es abrirse a Dios.[...]

Tú no estás atento al contenido de un pensamiento particular, sino que intentas introducirte en lo más recóndito de tu ser que es donde tú sabes que mora Dios. Te abres a su presencia por medio de pura fe, y no por medio de conceptos o sensaciones.[...]

Elimina toda expectativa en esta oración. Es un ejercicio consciente en no esforzarse, en dejarse ir. Esforzarse es un tipo de pensamiento, por eso aconsejo: retorna a la palabra sagrada sin esfuerzo alguno; o con gran suavidad coloca la palabra sagrada en tu nivel consciente ordinario. Cuando se lucha es porque se desea lograr algo que equivale a apuntar hacia el futuro, cuando la oración centrante ha sido dideñada para situarse en el momento presente.Del mismo modo, las espectativas también proyectan hacia el futuro, y por lo tanto, también son consideradas pensamientos.

Vaciar la mente de sus rutinas habituales de pensamiento es un proceso que nosotros tan sólo podemos iniciar, como cuando sacamos el tapón de una bañera. El agua va bajando por sí misma, no hay que empujar para que salga, sino simplemente permitir que siga su curso. En esta oración estás haciendo algo semejante. Permítele a tus pensamientos ordinarios que desaparezcan. Esperar sin iniciar ninguna actividad es actividad suficiente."

Thomas Keating